Infomadrid / Sandra Madrid /Fotos: Elena Nieves

Elena Nieves, estudiante de Arquitectura en la Universidad de Alcalá de Henares, vivirá este mes de agosto una experiencia misionera en Costa Rica junto a un grupo de 14 jóvenes de la Delegación Episcopal de Misiones de Madrid. Con 20 años, confiesa que «siempre he querido ir de misiones», una inquietud que le acompaña desde hace tiempo porque, como ella misma dice, «me gusta ayudar a la gente y darme a los demás».
La misión no le resulta algo ajeno: la ha vivido de cerca desde pequeña. «Mi padre ha participado en varias misiones y algunos amigos de mis padres son misioneros», explica.
El año pasado, una compañera de universidad le habló de las experiencias que organiza la Delegación Episcopal de Misiones de Madrid y, desde entonces, sintió que era el momento de dar el paso. «No quería dedicar el verano a mí misma ni a viajar con mis amigos o mi familia, porque para eso siempre hay tiempo», asegura. En su lugar, tomó la decisión de entregarse a los demás.

Albania, con las Misioneras de la Caridad
La primera experiencia misionera de Elena fue en Albania, donde acompañó a las Misioneras de la Caridad. El grupo se dividió en dos casas que las hermanas tienen en Tirana: una para mujeres y otra para hombres mayores. Durante su estancia, los jóvenes se pusieron completamente al servicio de las religiosas: limpiaban, acompañaban a los residentes, y colaboraban en las tareas diarias. «Fue una experiencia inolvidable», recuerda Elena.
Aunque estuvieron solo un mes, la joven destaca el compromiso constante de las Misioneras de la Caridad: «Ellas hacen esto todos los días del año. Dan el 100% de su energía y de su vida para ayudar a personas que no solo necesitan un plato de comida o un techo, sino también mucho amor».
En este sentido, Elena subraya que los misioneros también ofrecieron ese cariño a quienes encontraron allí. «Las personas que vivían en las casas también recibieron mucho afecto por parte de los jóvenes». Una de las cosas que más le marcó fue el testimonio de fe de las hermanas. «Me impresionó ver cómo viven su fe dedicándose por completo a los demás, especialmente a los más necesitados», afirma.