Día 1 – Oramos por la Jornada Mundial de las Misiones

19 de octubre, DOMUND 2025

“Misioneros de esperanza entre los pueblos”

1. La vocación fundamental [de cada cristiano y de la Iglesia es] ser mensajeros y constructores de la esperanza, siguiendo las huellas de Cristo. […] La Iglesia [es] enviada a reavivar la esperanza en un mundo abrumado por densas sombras.

2. Mantengamos la mirada orientada hacia Cristo […]. Jesús encomendaba todo a Dios Padre […]. De esa manera, se convirtió en el divino Misionero de la esperanza, modelo supremo de todos aquellos que, a lo largo de los siglos, llevan adelante la misión recibida de Dios, incluso en las pruebas extremas. 

3. El Señor Jesús continúa su ministerio de esperanza para la humanidad por medio de sus discípulos, enviados a todos los pueblos y acompañados místicamente por Él; también hoy sigue inclinándose ante cada persona pobre, afligida, desesperada y oprimida por el mal, para derramar sobre sus heridas “el aceite del consuelo y el vino de la esperanza”.

4. La Iglesia, comunidad de los discípulos-misioneros de Cristo, prolonga esa misión ofreciendo la vida por todos en medio de las gentes. La Iglesia […] está impulsada constantemente por el amor de Cristo a avanzar unida a Él en este camino misionero y a acoger, como Él y con Él, el clamor de la humanidad.