19 de octubre, DOMUND 2025
“Misioneros de esperanza entre los pueblos”
13. Los misioneros de esperanza son hombres y mujeres de oración […]. No olvidemos que rezar es la primera acción misionera y, al mismo tiempo, “la primera fuerza de la esperanza”.
14. Renovemos la misión de la esperanza empezando por la oración, sobre todo la que se hace con la Palabra de Dios y particularmente con los Salmos […]. Rezando mantenemos encendida la llama de la esperanza que Dios encendió en nosotros, para que se convierta en una gran hoguera, que ilumine y dé calor a todos los que están alrededor, también con acciones y gestos concretos inspirados por esa misma oración.
15. Los exhorto a todos ustedes —niños, jóvenes, adultos, ancianos— a participar activamente en la común misión evangelizadora con el testimonio de sus vidas y con la oración, con sus sacrificios y su generosidad. Por esto, ¡gracias de corazón!
16. Acudamos a María, Madre de Jesucristo, nuestra esperanza. A Ella le confiamos este deseo […]: “Que la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas, como mensaje del amor de Dios que se dirige a todos. Y que la Iglesia sea testigo fiel de este anuncio en todas partes del mundo”.
